El ministro Bono fue agredido en una manifestación. Que error por parte de quienes intervinieron en el acto. Tenemos un gobierno que día día es candidato a figurar en estas páginas con letras indelebles, pero eso no le hace acreedor a la violencia con que ayer fue tratado el ministro de defensa. La tensión de quienes se han visto golpeados por el terrorismo puede explicar su acción, pero eso no la hace menos reprobable.
La violencia es rechazable por principio y cuando, como ayer, no tiene más consecuencia que obligar a un ministro a abandonar una manifestación en la que no es bien recibido podemos tratar el tema con una sonrisa. Pero nos debe hacer reflexionar.
La violencia nunca nace sola, hay que alimentarla. Muchos se dedican cada día a la soflama antigubernamental, sistemática, injusta muchas veces. Estas acciones acaban teniendo consecuencias. Por eso, la cadena COPE, el diario EL MUNDO y algun visionario que actua por ahí como francotirador siempre dispuesto a la critica y ha "disparar" al muñeco como si de un juego de pim-pam-pum se tratase deberían pensar si su afan por ganar cuota de mercado merece la pena.
Nuestros bajos instintos son facilmente excitables, da igual que sea con telebasura o con soflamas encendidas, dirigidas a exacerbar nuestras más bajas pasiones. Ese no es el camino.
domingo, enero 23, 2005
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